La obra de Lourdes Almeida, quien a través de sus creaciones desarrolla una transgresión lúdica de los rígidos esquemas de los procesos fotográficos, fue reconocida con la Medalla al Mérito Fotográfico, en el marco del decimoctavo Encuentro Nacional de Fototecas.
Junto a los fotógrafos Marco Antonio Cruz y Eniac Martínez, recibió la presea en el encuentro que se realiza en Pachuca, Hidalgo, organizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), a través de la Fototeca Nacional.
Considerada como una de las autoras más versátiles de la fotografía mexicana contemporánea, su propuesta no siempre fue entendida, ya que cuando apareció la fotografía documental de denuncia en México, a finales de los años 70 y principios de los 80, su trabajo era visto por algunos críticos como “payasadas” y una “pérdida de tiempo”.