A 20 años de la masacre de 45 indígenas en Acteal, Chenalhó, las condiciones de vida de quienes lograron sobrevivir siguen igual que hace dos décadas.
“Conforme pasan los años se van olvidando de nosotros los sobrevivientes, sólo recuerdan el hecho sangriento y se manifiestan por eso, pero no le dan seguimiento a las condiciones de pobreza que aún sufrimos después de 20 años” aseguró Vicente Luna Ruiz, sobreviviente de esa matanza.
Consideró como una traición y un insulto a la memoria de sus muertos que los paramilitares que perpetraron el crimen hayan quedado libres y hasta se les compensó con tierras y programas gubernamentales, mientras que ellos siguen viviendo en la pobreza.
“De los 54 sobrevivientes de ese crimen ya fallecieron nueve y nunca pudieron ver que se les hiciera justicia o se les apoyara”, comentaron.