Auna hora del rancho de Vicente Fox, el presidente que lo quiso desaforar hace 13 años, Andrés Manuel López Obrador advirtió que de llegar a la presidencia le retirará la pensión.

“Aunque Fox esté alebrestado diciendo que no va a permitir el cambio y me diga ‘lopitos’, loquito, ¡que me diga como quiera, pero ya no le vamos a dar a la pensión de 5 millones de pesos mensuales!”, señaló.

El público, cientos de personas que asistieron en una plazoleta del centro, bajo el quemante sol gritaba “¡Duro! ¡Duro!”, y “¡Fuera Fox! ¡Fuera Fox!”.

López Obrador, quien contiende por tercera vez y dice que es la vencida, la revancha, indicó que “no es venganza, es justicia”.

El tabasqueño expuso que en Guanajuato, tierra de Fox, en 2006, le robaron 300 mil votos, casi la misma cantidad con la que se le dio el triunfo a Felipe Calderón Hinojosa.

Dijo que “una encuesta de estos días” lo posiciona con más de 50 puntos por encima de los otros competidores. “Ya ni siquiera los tres juntos nos alcanzan”.

Además, el exjefe de Gobierno de la Ciudad de México aseguró que solicitó el listado de aeronaves que venderá cuando encabece el Poder Ejecutvo: “64 jets y 118 helicópteros, ya mandé a hacer el inventario porque estoy pendiente ya, no quiero que cuando lleguemos ya no haya nada”.

El público ondeaba banderas, aplaudía, insistía con el “¡Fuera Fox!, ¡Fuera Fox!”. El señor Marcelino González Ortiz, de 80 años, en primera fila del público, cantó un corrido en honor a Lopez Obrador.

El candidato de Morena, PES y PT trata de calmar los rumores de la guerra sucia: “Aquí no habrá ni trumpismo, ni chavismo, ¡habrá juarismo!”.

Sobre el templete lo acompañaron el candidato a diputado Miguel Ángel Chico, quien renunció al PRI cuando no le dieron la candidatura, y el candidato a gobernador Ricardo Sheffield Padilla, un expanista.

El experredista justificó las uniones: “¿O es que quieren que sigamos divididos”?

Staff I Agencia Reforma