En México, sólo uno de cada 100 agresores sexuales es consignado ante una autoridad, establece el Diagnóstico Cualitativo sobre la Atención a Víctimas de Violencia Sexual, elaborado por la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV).

En el informe, presentado este lunes, 90 por ciento de las víctimas son mujeres, y cuatro de cada 10, menores de 15 años.
Anita Suárez, directora del Comité de Violencia Sexual de la CEAV, explicó que, de acuerdo con los datos obtenidos, entre 2010 y 2015 se iniciaron más de 83 mil averiguaciones previas, en tanto que otros 50 mil casos no fueron denunciados.
De las víctimas, 91.5 por ciento conocía a su agresor, 60.1 por ciento fue agredida en su casa y 47.4 por ciento denunció por agresiones físicas, no por violencia sexual.
“Parte del diagnóstico es que tenemos un marco normativo deficiente en atención a víctimas de violencia sexual”, reconoció Suárez.
“Además de un mal registro por parte de las autoridades, lo que genera que en los datos haya pocas denuncias”.
En tanto, Laura Martínez, directora de la Asociación para el Desarrollo Integral de Personas Violadas, advirtió que aunque son alarmantes estas cifras se quedan cortas respecto a la realidad, pues el informe sólo contó con información de 16 estados.
“El informe evidencia una realidad atroz y una perspectiva desalentadora a través de una lúgubre danza de datos”, señaló.
Jaime Rochín, presidente de la CEAV, lamentó que la violencia sexual esté normalizada en la sociedad mexicana.