Mientras el Senado presumía ayer su nuevo sistema de contabilidad, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) reveló que, en 2014, los legisladores se quedaron con casi 440 millones de pesos de otras partidas para gastarlas discrecionalmente, a través de sus bancadas.

El informe sobre la Cuenta Pública de ese año, entregado ayer a la Cámara de Diputados, exhibió que los senadores aumentaron en 58 por ciento la partida de Asignaciones a los Grupos Parlamentarios, a costa de otros rubros presupuestales.
Los legisladores se gastaron mil 307 millones de pesos, gracias a un incremento de 468.12 millones de pesos.
De ese total, casi 440 millones de pesos fueron ‘extraídos’ de ocho partidas destinadas otros conceptos, e incluso dejaron en ceros el gasto asignado a incrementos para el personal, obras de terminación y acabado de edificios. De acuerdo con el documento, la Cámara de Senadores declaró que no tenía recursos ni para remodelar los cubos de los elevadores.
Pero la ASF detectó que la supuesta precariedad obedecía a que los legisladores habían tomado 75.4 millones de pesos asignados a Inversión Pública para inyectarlos a sus fracciones. Además, se quedaron con 361.1 millones de pesos que estaban destinados para incrementar las percepciones de trabajadores, para congresos y convenciones, pasajes aéreos, pago de patentes y derechos de autor y mantenimiento de maquinaria.
También transfirieron a sus bancadas 31 millones de pesos de la partida Estímulos por Productividad y Eficiencia, y 23.8 millones adicionales, etiquetados para bienes informáticos, señaló.
Tras engordar las subvenciones de los grupos parlamentarios, el Senado mantuvo en la opacidad el ejercicio de las mismas. “Persiste el hecho de que a esta auditoría no le ha sido proporcionada la documentación que sustenta la aplicación de los recursos otorgados a través de esa partida, por lo que no fue posible aseverar si éstos se ejercieron para llevar a cabo los trabajos legislativos”, refiere.
La ASF también encontró que, en ese año, los senadores se aumentaron los conceptos de Asistencia Legislativa y Atención Ciudadana hasta rebasar los 262.1 millones de pesos.
Sin revelar el nombre del partido político, detectó que una bancada se incrementó de 722 a 950 mil pesos “el factor fijo de la subvención ordinaria” para recibir más recursos.
También señaló que otra bancada recibió 6.4 millones de pesos de “apoyos adicionales”.
“Lo anterior evidencia una falta de racionalización en el otorgamiento de recursos de carácter ordinario”, advierte la auditoría. (Claudia Guerrero y Claudia Salazar).