Silvia Garduño
Agencia Reforma

En una declaración conjunta, el papa Francisco y el patriarca Kiril de la Iglesia ortodoxa en Rusia hicieron un llamado a la unidad y advirtieron que no pueden permanecer indiferentes ante desafíos que requieren una respuesta conjunta.
“En esta época turbadora se necesita el diálogo interreligioso; las diferencias en comprensión de las verdades religiosas no deben impedir que las personas de diversas religiones vivan en paz y armonía.
“Los intentos de justificar actos criminales por consignas religiosas son absolutamente inaceptables; ningún crimen puede ser cometido en el nombre de Dios”, señalaron.
En su declaratoria, expresaron que, en las circunstancias actuales, los líderes religiosos tienen la responsabilidad de educar a su rebaño en el espíritu de respeto por las creencias de aquellos que pertenecen a otras tradiciones religiosas.
Francisco y Kiril indicaron que dirigirán su atención a las regiones del mundo donde los cristianos están sometidos a persecución, como Oriente Medio y África del Norte. “En Siria, Iraq y otros países de Oriente Medio observamos con dolor el éxodo masivo de cristianos de la tierra donde nuestra fe comenzó a extenderse, y donde ellos vivían a partir de los tiempos apostólicos junto con otras comunidades religiosas”, lamentaron.
Los religiosos hicieron un llamado a la comunidad internacional para tomar medidas inmediatas que eviten mayor desplazamiento de cristianos en Oriente Medio, y se solidarizaron con el sufrimiento de seguidores de otras religiones que se han convertido en víctimas de la guerra civil, el caos y la violencia terrorista.
Ambos instaron a poner fin a la violencia y al terrorismo y, a través del diálogo, a contribuir a la obtención de la paz civil. Manifestaron que si bien respetan la contribución de otras religiones a la civilización europea, están convencidos de que Europa se debe mantener fiel a sus raíces cristianas.

LA FAMILIA EN CRISIS

La familia es el centro nacional de la vida de un ser humano y de la sociedad, y externaron su preocupación por la crisis que vive esta institución en muchos países. Enfatizaron que la familia está fundada sobre el matrimonio entre un hombre y una mujer.
“Lamentamos que otras formas de convivencia se equiparan ahora con esta unión”, subrayaron.
De igual modo, hicieron un llamado a respetar el derecho a la vida; se pronunciaron contra la eutanasia y del uso de las tecnologías biomédicas de reproducción, porque la manipulación de la vida humana es un ataque contra los fundamentos del ser de la persona creada a imagen de Dios.