Con la conectividad de autos, refrigeradores, casas y demás objetos vinculados a internet, el Gobierno tiene un reto prioritario: proteger los datos y la privacidad de los usuarios con políticas públicas adecuadas.

Especialistas señalan que los organismos encargados de la protección de datos personales y reguladores de las telecomunicaciones, deberán crear nuevas reglas que se amolden a la nueva interacción tecnológica con los objetos conectados, pues de lo contrario, los usuarios estarán expuestos a robo y mal uso de su información.

Luis García, presidente de la Red en Defensa de los Derechos Digitales (R3D), dijo que con el Internet de las Cosas se debe incluir el tema de diversas regulaciones, desde la protección de datos, hasta la responsabilidad que tienen los fabricantes de hacer productos con la suficiente seguridad para lo usuarios.

“El Internet de las Cosas abre la puerta a delincuentes informáticos, gobiernos autoritarios, empresas y otros actores que no necesariamente las personas desean darles acceso”, explicó.

La Asociación de la Industria de Tecnología de Información en Computación (CompTIA, por sus siglas en inglés), coincidió en que los retos de seguridad crecerán con la conectividad de nuevos objetos.

El organismo explicó que el ritmo de la innovación excede en gran medida la velocidad con que el gobierno puede adaptarse, alterar, expandir o eliminar políticas y reglamentos, por lo que ello podría acarrear problemas.

“Esto puede crear tensiones inherentes entre las tecnologías entrando al mercado”, agregó.