En Tlahuelilpan, Tezontepec de Aldama y Tlaxcoapan los niños aún preguntan por sus padres, quienes están en calidad de desaparecidos desde la noche del 18 de enero, cuando una toma clandestina –ubicada en San Primitivo, comunidad del primer municipio– ardió y dejó un saldo de 131 muertos y 15 personas que continúan en hospitalización.
Isaac Cervantes Santiago era jornalero, originario de El Tanque, localidad de Tezontepec de Aldama. Estaba casado con Marisela Cruz Monroy, con quien procreó tres hijos, que tienen seis, cuatro y dos años de edad.
Hace un mes –narró la mujer–, alrededor de las 18:30 horas, su pareja salió de su domicilio, tentado por recolectar un garrafón de hidrocarburo de la toma clandestina, pues por esos días el combustible escaseaba en las estaciones de servicio.
Desde esa tarde ya no supo de él, a pesar de que fue buscado en diversos hospitales y otros municipios.
Cruz Monroy acudió al alfalfar de San Primitivo, Tlahuelilpan la mañana de ayer, y contó que sus tres hijos desconocen lo que ocurrió y preguntan por Isaac.
“Siguen preguntando por su papá. No nos queda más que decirles que ya no está aquí con nosotros. Algún día, cuando tengan cierta edad, se lo contaremos. Ahorita no entienden, no saben. Cuando estén grandes deberemos decirles lo que pasó”, dijo.
Antes de la tragedia, su pareja se encontraba muy alegre, señaló, pues estaba a punto de culminar un proyecto familiar.
“Él estaba muy contento: había construido unos locales y pensaba colarlos. Ya había pedido el material para terminar la construcción y echar el colado, pero ya no se pudo”, agregó la viuda.
EN ORFANDAD
170 menores quedaron en orfandad tras la explosión de la toma clandestina de San Primitivo, de acuerdo con el delegado en Hidalgo de los Programas para el Desarrollo del gobierno federal, Abraham Mendoza Zenteno
Emmanuel Rincón | Tlahuelilpan
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