La Unión Europea (UE) adoptó ayer una nueva ley que obliga a sus países miembros a intercambiar de manera automática informaciones fiscales sobre multinacionales instaladas en sus respectivos territorios, con el objetivo principal de prevenir la elusión y el fraude fiscal.
La nueva regla, pactada por las autoridades europeas el 8 de marzo pasado, fue oficializada durante una reunión de ministros de Finanzas de los Veintiocho, en Bruselas.
Determina que los grupos multinacionales informen anualmente a cada país donde operan el importe de sus ingresos, beneficios antes del impuesto sobre la renta e impuesto sobre la renta pagado y devengado en cada uno de ellos.
Deberán notificar, igualmente, el número de empleados, el capital declarado, los resultados no distribuidos y los activos materiales en cada territorio fiscal, además de identificar e indicar las actividades económicas que ejerce cada entidad del grupo en cada territorio fiscal.
Los países miembros de la UE están sujetas a las obligaciones las empresas cuyos ingresos anuales consolidados igualan o superan los 750 millones de euros.