En México, el consumo per cápita de carne de pavo es bajo en comparación con otros países.
Cada persona come 1.4 kilogramos de carne de pavo al año en el país, mientras que en Estados Unidos es de siete kilos, y en Canadá, cuatro, de acuerdo con la Unión Nacional de Avicultores (UNA).

En la Unión Europea, el consumo es también de cuatro kilos por habitante.

A diferencia del consumidor mexicano, el estadunidense está más acostumbrado a comer este tipo de carne, ya que es impulsado por la adquisición de embutidos que integra a su dieta, explicó Marco Parson, presidente de la Sección Nacional de Productores de Guajolote de la Unión Nacional de Avicultores (UNA).

“En Estados Unidos su mercado es mucho de embutido, el americano es mucho de sándwiches, es práctico y aparte ellos, lo mismo que el pollo, se quedan con la pechuga y pierna, y el muslo lo mandan para nuestro país”, detalló el también director general de la empresa Pavos Parson.

Desde 2005 el consumo de carne de pavo se ha mantenido uniforme entre 1.4 y 1.9 kilos per cápita.

En el país, el mayor consumo ocurre en las fiestas decembrinas, pues se concentra el 90 por ciento del total de todo el año, según la UNA.

Sin embargo, cada vez más empresas de pavo están ofreciendo diversos tipos de cortes o productos, con la finalidad de incrementar la demanda, como hamburguesas, medallones, arrachera o carne molida, señala información de la UNA.

En Chihuahua, principal estado productor, con 21 por ciento del total, existe un proyecto piloto de comida preparada para ofrecer platillos como pechuga deshebrada en chile colorado o en rajas, así como barbacoa de pavo, refirió Parson.

Para el cierre de 2017 se espera que la producción en México de este cárnico sea de 12 mil 550 toneladas, esto es, un millón 586 mil pavos enteros, lo que representará un crecimiento de 2 por ciento respecto a 2016, estimó la UNA.