Por diferencias entre corrientes internas, el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Partido de la Revolución Democrática (PRD) no logró un acuerdo para coaligarse en ocho estados, incluido Hidalgo, con elecciones el próximo 5 de junio.
Tras esta resolución, que propició la renuncia de Agustín Basave, líder del sol azteca en el país, será el Consejo Nacional, órgano superior al CEN perredista, el que defina si habrá alianza, para lo cual se prevé la convocatoria a una reunión urgente a realizarse antes del 18 de enero, fecha límite para el registro de coaliciones ante los órganos electorales locales, informó J. Ramón Flores Reyes, dirigente estatal del partido.
Aunque al cierre de esta edición la reunión en el Distrito Federal se mantenía, el exdiputado local reconoció que era difícil llegar a un acuerdo.
Por la mañana, durante el registro de José Guadarrama Márquez como precandidato a la gubernatura del estado, el expresidente nacional del PRD, Carlos Navarrete Prida, quien es parte de la comisión que determinó la coalición con Acción Nacional, advirtió que una fractura entre la oposición le dará el triunfo al Partido Revolucionario Institucional (PRI), hasta con el candidato más débil entre sus aspirantes.
“Para el PRI, su mundo ideal es tener al PAN con un candidato, al PRD con otro candidato, al PT con otro candidato, al Panal con otro candidato. Toda la oposición con seis o siete candidatos y así el PRI iría en caballo de hacienda en este escenario.
“Aunque tenga un alto rechazo en Hidalgo a partir de su gobierno, hasta el peor candidato del PRI podría ganar si la oposición se divide: eso quiere el priísmo”, insistió el perredista, quien estuvo presente, por la noche, en la sesión del CEN del PRD que encabezó su presidente nacional, Agustín Basave, quien presentó su renuncia por la negativa de corrientes internas de un partido para coaligarse con Acción Nacional en Veracruz y Puebla.
La sesión para validar una alianza en ocho estados, programada para las 10:00 horas, se cambió a las 20:00 horas. En ese lapso se acortó el paquete de coaliciones a seis estados, dejando fuera a Oaxaca y Tlaxcala a cambio de que se mantuviera a Veracruz y Puebla. Sin embargo, no se logró un acuerdo con las expresiones políticas al interior del sol azteca.
