La industria automotriz arrancó mal el segundo semestre del año.
La producción de automóviles registró en julio una caída de 3.7 por ciento y en ventas la reducción fue de 6.4 por ciento en el mercado nacional.
La tendencia negativa difícilmente se corregirá a final de año, según información de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA) y la Asociación Mexicana de Distribuidoras de Automotores (AMDA).
Afectada principalmente por la inundación de la planta que Honda tiene en Guanajuato el pasado 29 de junio, la fabricación de vehículos cayó por primera vez en el año, fuera de marzo donde hubo algunos ajustes por estacionalidad de Semana Santa.
Durante julio, la fabricación de automóviles fue de 291 mil 577 unidades, una diferencia de 11 mil unidades respecto al mismo mes de 2017.
Si se considera la cifra acumulada de los primeros siete meses, el total fue por 2 millones 247 mil unidades, que todavía fue superior en 0.1 por ciento respecto a 2017.
“La principal afectación fue por la planta de Honda, aun no tenemos información de reanudación de las actividades pero sí tendrá una afectación a final de año”, indicó Fausto Cuevas, director de la AMIA.
El mes pasado, las inundaciones ocurridas en Celaya, Guanajuato, obligaron a que la planta que la compañía japonesa tiene en ese estado parara por completo su producción, por lo que sólo fabricó 2 mil 311 unidades, una caída de 84.9 por ciento respecto a las 15 mil 306 fabricadas el año pasado.
La compañía informó que logrará retomar sus actividades al 100 por ciento hasta noviembre.
Sin embargo, no fue la única que presentó caídas durante julio.
La planta que la coreana Kia tiene en Pesquería, Nuevo León, tuvo un decenso de 24.1 por ciento, Ford cayó 20.8 por ciento, Audi lo hizo en 15.5 por ciento y Nissan en 13.6 por ciento.
Mientras, las ventas en el mercado doméstico registraron 14 caídas consecutivas.
El mes pasado, la venta de automóviles nuevos fue por 114 mil 312 unidades, una caída de 6.4 por ciento respecto al mismo mes del año pasado.
Si se considera el acumulado de enero a julio, se vendieron 795 mil 11 unidades, lo cual fue una caída de 8.1 por ciento respecto al mismo periodo de 2017.
“Por el número de unidades que se han dejado de vender, tienen un peso mayor los automóviles subcompactos, para el periodo de enero a julio sus ventas han caído en 15.2 por ciento”, dijo Guillermo Rosales, director de la AMDA.
En la venta de vehículos nuevos, la expectativa es que al cierre del año se puedan tener mejores condiciones en el ánimo de los consumidores para que se impulse la demanda y con ello disminuya el descenso en comparación al 2017.
Ulises Díaz
Agencia Reforma
