Professor Stephen William Hawking, CH, CBE, FRS, FRSA, at the Department of Applied Mathematics and Theoretical Physics, University of Cambridge..Photograph © Jason Bye.t: 07966 173 930.e: [email protected]: http://www.jasonbye.com.
Stephen Hawking, fallecido el martes 13 de marzo del presente año y fue considerado como uno de los científicos más poderosos e influyentes de los últimos tiempos.
Hawking vivió con una enfermedad degenerativa conocida como Esclerosis Lateral Amiotrófica, la cual lo mantuvo en una silla de ruedas inteligente, controlada por los ojos y movimientos de cabeza, y un sintetizador electrónico para poder comunicarse.
A pesar de su estado físico, Stephen se casó y procreó 3 hijos.
En cuanto a números, Stephen Hawking acumuló una vasta fortuna a lo largo de su vida como científico y catedrático en las áreas de Física, Astrofísica y Cosmología, generando ingresos por más de 20 millones de dólares al mes, es decir, 360 millones de pesos mexicanos. Además de recibir recursos por la venta de su libro “Breve historia del tiempo” el cual vendió más de 10 millones de ejemplares en 10 años, más 3 millones de dólares que le fueron transferidos cuando recibió el Premio Especial de Física Fundamental en 2012.
Además, tuvo numerosas conferencias y apariciones en televisión que le sumaron cerca de 20 millones de dólares a su cuenta. Todo eso lo llevó a las listas de los científicos más ricos del mundo. Sin embargo, él veía el dinero como medio para financiar su costosa enfermedad.
“Entonces yo sería la última persona en desacreditar la importancia del dinero. Sin embargo, aunque la riqueza ha jugado un papel importante en mi vida, por supuesto que he tenido una relación diferente con la mayoría de las personas. Pagar por mi cuidado como un hombre severamente discapacitado, y mi trabajo, es crucial; la adquisición de posesiones no lo es. No sé qué haría con un caballo de carreras, o incluso un Ferrari, incluso si pudiera pagar uno. Así que he llegado a ver el dinero como un facilitador, como un medio para un fin, ya sea por ideas, salud o seguridad, pero nunca como un fin en sí mismo”, escribió Hawking en el periódico “The Guardian”.
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