Alfredo González
Agencia Reforma

La imposición de aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero en Estados Unidos atraerá hacia México una oleada de productos siderúrgicos en competencia desleal (dumping) de todo el mundo, advirtió la Cámara Nacional del Hierro y el Acero (Canacero).

Luego del anuncio que hizo el jueves el presidente estadunidense, Donald Trump, sobre la imposición de esas restricciones arancelarias y que la próxima semana detallará, la industria siderúrgica mexicana demandó a la Secretaría de Economía adoptar medidas similares no sólo contra ese país.

“Las medidas que México establezca no sólo deben de ser en un sentido de reciprocidad a Estados Unidos, sino deben tener como segundo objetivo frenar la potencial oleada de importaciones desleales que buscarán colocarse en terceros mercados ante el cierre de ese país”, alertó la Canacero en un documento.

Señaló que para los países que operan en condiciones de competencia desleal, México es muy atractivo, debido a su consumo creciente de acero. Trump anunció esta semana la imposición de aranceles del 25 por ciento a las importaciones de acero bajo la Sección 232 de su Ley de Expansión Comercial de 1962, que contempla la factibilidad de esas restricciones a las compras estadounidenses del exterior cuando amenacen a su seguridad nacional.

El mandatario anunció que será hasta la próxima semana cuando defina si el arancel aplicará a todas las importaciones de acero que realice Estados Unidos o exceptuará a algunos países de los que es socio en tratados de libre comercio, como México y Canadá.

“La industria del acero espera que México sea excluido de la Sección 232 por lo que hace a las exportaciones mexicanas de productos siderúrgicos a ese país, a fin de evitar una guerra comercial que afectaría a las cadenas productivas de ambos países”.

La Canacero consideró que sólo debería aplicar la 232 a las importaciones desde países que aplican subsidios gubernamentales a su industria y con principios de economías centralmente planificadas y no de mercado, como el caso de China. Somos una industria que no recibe subsidios gubernamentales, no somos parte del exceso de capacidad global”.