Vecinos del lugar coinciden en que no se han hecho obras en este cerro. Foto: María Antonieta Islas
A casi dos años de que una roca de tres metros de diámetro y uno de altura se desprendiera del cerro de La Cañada y se deslizara por la pendiente de la calle Gómez Farías, donde impactó cuatro autos, vecinos del lugar coinciden en que no se han hecho obras ni las autoridades han regresado a informar planes para prevenir percances similares al ocurrido la tarde del 29 de mayo de 2017.
Las hermanas Rosa y Maribel Castro Guzmán llegaron a La Cañada hace 32 años; refieren que los peñascos que coronan esa demarcación habían sido parte de su vida diaria pero no imaginaron que uno caería frente a su casa.
Esa tarde llovía, escucharon un estruendo y enseguida oyeron a su hermano gritar que salieran de su domicilio.
“El ruido hizo que la tierra vibrara y se soltó la piedra. Dos días después gente de la presidencia comentó que colocarían una malla o construirían una barda, pero no regresó”, dijo Maribel Castro.
El titular de la Secretaría de Desarrollo Urbano, José Bizet Santos Jiménez, aseveró que hay un diagnóstico del Servicio Geológico Mexicano (SGM) para actualizar el Atlas de Riesgo.
Detalló que se contemplan medidas de mitigación como edificar una trinchera de un kilómetro en la zona de caídos, con una inversión superior a 10 millones de pesos.
María Antonieta Islas
Tulancingo
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