El gobierno estatal pretende reducir los riesgos que, en días de lluvia, implica conducir sobre la bajada de San José, debido al descenso de aguas broncas que a su paso arrastran abundante material pétreo. 

Los dos drenajes pluviales que, actualmente, se construyen a la altura del Hospital General de Tulancingo y las inmediaciones del bulevar Miguel Hidalgo, forman parte de la primera etapa del proyecto Sistema Buenos Aires-Río Grande, cuya finalidad será retener los escurrimientos y evitar anegamientos en el corredor urbano México-Tuxpan.
Autoridades de la Secretaría de Obras Públicas y Ordenamiento Territorial (Sopot) explicaron que el dren más importante se ejecuta cerca del nosocomio y captará 25 metros cúbicos de agua pluvial, mientras que en el segundo drenaje confluirán 7.5 metros cúbicos.
Trasladar un caudal de 25 metros cúbicos sobre la pendiente de 6.5 kilómetros de longitud sería sumamente peligroso.
“Imaginemos que traemos el agua a través de un ducto y la velocidad con la que correría, pero si se presenta una obturación generaríamos una contingencia que rebasaría nuestra capacidad de respuesta”, advirtieron.
Además, pidieron tomar en cuenta que, en ciertos meses del año, los ríos se saturan y que el entubamiento del agua impide recargar los mantos freáticos; por lo que las obras hidráulicas proyectadas están sustentadas.

“La parte alta trae todos los escurrimientos a la zona baja, razón por la cual tratamos de que cada cuenca trabaje por si sola sin que trasvase caudales a otras cuencas, eso es lo que prevemos hacer en las inmediaciones del nuevo hospital”, detallaron los expertos de la Sopoth.
En la parte baja captarán un volumen menor de escurrimientos, para después llevarlos al dren Buenos Aires y de ahí, al Río Grande.