Profesionistas en psicología y tanatología de la Universidad Autónoma de Tlaxcala (UAT) acudirán a Tlahuelilpan en julio próximo para atender a familiares de las 137 víctimas de la explosión del ducto de Petróleos Mexicanos (Pemex) en San Primitivo el pasado 18 de enero, informó el obispo de Tula, Juan Pedro Juárez Meléndez, durante una misa conmemorativa por los cuatro meses de la tragedia.

El prelado explicó que la atención especializada se destinará a deudos que no hayan superado su pérdida o no puedan continuar con normalidad su vida, cuando haya transcurrido medio año de la tragedia.

“Sabemos de su dolor y por eso hicimos el llamado a los expertos, para que se sumen a la ayuda. Queremos que los ayuden a encontrar resignación, a superar del todo su duelo”, dijo.

Durante el servicio, Juárez Meléndez exhortó a los feligreses a seguir adelante, “puesto que el mejor homenaje que les pueden hacer a los caídos es continuar viviendo”.

Además, el jerarca de la Diócesis de Tula aseguró que la Iglesia ha apoyado a las familias de las víctimas “en todo lo posible”.

El 14 de mayo, Criterio publicó que, de acuerdo con cifras del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Hidalgo (DIFH), 194 infantes perdieron a alguno o ambos padres debido a la explosión.

La directora del organismo, Patricia González Valencia, dijo que 69 de ellos son originarios de Tlahuelilpan; en Tetepango hay 2 menores en esa condición; en Mixquiahuala y Tepetitlán, 2, en cada caso; en Ajacuba, 3; en Atitalaquia, 10; en Tezontepec de Aldama, 42, y en Tlaxcoapan, 55; además, uno está en Michoacán y 2 en Guatemala.

En tanto, 6 niños nacieron después de la tragedia y otro no estaba registrado.

Miguel Ángel Martínez I Tlahuelilpan

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