Debido a la instalación de la feria religiosa en honor de Nuestra Señora de los Ángeles, los vecinos de la zona exigieron a las autoridades municipales parar la contaminación auditiva generada por un juego mecánico, el cual incluye un silbato similar al de un tren.
“De nada sirve que la presidencia regule el ruido de los aparatos de sonido si permite este silbar innecesario que es todavía más fuerte que el de un camión”, recriminó u-no de los inconformes.
El director de Medio Ambiente, José Arturo Santos García, dijo que dialogará con los responsables de la atracción para que suspendan el silbido. Advirtió que, si hacían caso omiso, serían acreedores a una multa de 10 hasta 200 veces la Unidad de Medida y Actualización (UMA): 806 a 16 mil 120 pesos, respectivamente.
En la feria religiosa, dijo el funcionario, tienen identificados alrededor de 40 puestos que utilizan aparatos de sonido, a los cuales desde el primer día se les distribuyó avisos de regulación; además, los propietarios firmaron un documento en el cual se comprometían a respetar los decibeles y horarios permitidos.
María Antonieta Islas
Tulancingo