Con tres homenajes de cuerpo presente fue despedido el bombero Salvador Mendoza Hernández, quien falleció el pasado lunes al atender una fuga por ordeña en un ducto de Petróleos Mexicanos, en inmediaciones de la barda perimetral de los terrenos donde se construiría la refinería Bicentenario.
El primer homenaje se realizó en Atitalaquia, donde Mendoza Hernández se desempeñaba como subdirector de Protección Civil municipal.
El papá del socorrista caído, comandante del Cuerpo de Bomberos, Salvador Mendoza, dijo que su hijo fue un hombre que siguió la tradición familiar de dedicar su vida a la salvaguarda de la población.
“Su abuelo nos enseñó a ayudar a los demás a través de la vocación de bomberos. Mi hijo murió haciendo lo que más le gustaba, que era servir a los demás. Fuiste un instrumento de Dios y el ponerte el nombre de Salvador no fue un error, no nos equivocamos porque ayudaste a mucha gente”, dijo.
El segundo homenaje se realizó en la estación de bomberos de Tula, donde autoridades reconocieron la entrega de Salvador en su labor de tragahumos.
La tercera ceremonia fue en la Cruz Roja de Tula, donde el presidente de la organización, Raúl Sicilia Alamilla, resaltó los valores de Mendoza Hernández, quien en cada llamado de auxilio ponía toda su capacidad para servir a los demás, dijo.
“Él era esposo, padre, hijo, hermano y amigo de muchos; gracias a él muchos aprendimos cómo trabajar en protección civil y de bomberos. Hoy, desde el cielo, nos cuidará como lo hacía en la tierra, donde siempre entregó todas sus capacidades como paramédico”, dijo uno de los compañeros sobre el servidor público municipal.
Antes de ser sepultado en el panteón El Huerto, en Tula, se realizó una celebración religiosa en la catedral de San José, donde familiares y amigos abarrotaron el recinto para despedirlo.
Jesús González I Atitalaquia
También te puede interesar:
