Tras cuatro cortes de energía realizados desde 2018 por la Comisión Federal de Electricidad (CFE) en el pozo que suministra agua a la cuenca lechera de Tizayuca, 500 vacas murieron y ganaderos de la zona perdieron 58 millones 500 mil pesos, aseveró el tesorero del complejo, Juan Manuel Tapia Campos.
Explicó que, ante la falta de suministro hídrico, los bovinos padecieron deshidratación, infertilidad y abortos embrionarios; además, redujeron su producción de 25 a 7 litros diarios y el 80 por ciento de las cabezas que perecieron fueron llevadas al rastro.
Por lo anterior, advirtió que procederán legalmente contra la empresa para exigir el pago de 66 millones de pesos, que incluye la merma en la producción del lácteo, empleos (58 millones 500 mil pesos) y ganado fallecido (7 millones 500 mil), equivalente al cierre de 3 establos.
Señaló que el primer corte de luz fue hecho el 22 de septiembre de 2018, el cual duró 5 días, pese a que contaban con sus recibos de pago; un bovino murió cada dos horas por el hacinamiento en los bebederos y la insuficiencia de pipas para abastecer las 17 mil cabezas de ganado que alberga la cuenca.
“Nadie está preparado para comprar 200 pipas de agua; durante el primer corte, 60 vacas murieron en 120 horas. Trabajamos con seres vivos, y (la falta de abastecimiento eléctrico) es un impacto grave, con daños secundarios, que tiene secuelas hasta dos años después en la producción”, aseveró.
Explicó que, debido a una falla, la CFE cambió el medidor del cárcamo hidráulico en enero de 2017; sin embargo, según la compañía, los ganaderos tenían un adeudo, desde 2011, de 6 millones 800 mil pesos.
Además, tras la sustitución del aparato, la empresa calificó a la cuenca como zona industrial, por lo que el precio de consumo aumentó a 2 mil 700 pesos por kilowatt; por tanto, erogan 220 mil pesos mensuales por el servicio, indicó.
Alfonso Marín
Tizayuca