Las rosas cultivadas en viveros de Mineral del Chico tienen propiedades curativas, o por lo menos así lo creen habitantes de este Pueblo Mágico, quienes han conservado la tradición de la lluvia de pétalos.
Año con año, durante la celebración del Domingo de Resurrección, propietarios de viveros recolectan miles de pétalos de la aromática flor que tras celebrarse la misa de las 12:00 horas, son arrojados a los asistentes, quienes los atrapan en gorros, paraguas y bolsas para después acudir a casa y darse un baño de rosas.
“Sentí que renové mis votos matrimoniales”, expresó una de las asistentes, quien aunque es vecina de Pachuca, no había presenciado el acto que esta ocasión congregó a miles de turistas.
La iglesia fue insuficiente para albergar la gran cantidad de visitantes que buscaban presenciar de cerca la caída de hojas rojas, rosas y blancas, muchas de las cuales terminaron en el piso haciendo una especie de alfombra.
La lluvia de pétalos es una de las tradiciones más esperadas de la Semana Santa, y pese al calor del mediodía y las largas filas de automóviles, turistas buscaron el mejor sitio para no perderse detalles.
Por su parte, el presidente municipal de Mineral del Chico, Fernando Baltazar Monzalvo, destacó que después del turismo, la producción de flores ornamentales es la segunda actividad más importante de la región.
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Rosas y tulipanes son las variedades más cultivadas en el municipio, cuyo mercado se encuentra principalmente en Hidalgo y la Ciudad de México.
Destacó que este ritual es una tradición que ha crecido, pues las nuevas generaciones fomentan su celebración.
Yuvenil Torres l Mineral del Chico
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