Debido a que la violencia familiar no es un delito que se persiga de oficio, las mujeres que son víctimas de este acto no proceden contra su agresor, aseveró la directora de la Instancia Municipal de la Mujer en Tula, Alma Irays Ramírez Vega.

Dijo lo anterior luego de que el pasado domingo un hombre fuera detenido cuando golpeaba a su pareja en la vía pública.

La funcionaria agregó que tanto el varón como la afectada se encontraban bajo los influjos del alcohol, según el reporte de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) municipal.

“Es complicado tener conciencia de lo que sucede cuando la persona está intoxicada, por eso es importante que la mujer agredida reciba ayuda profesional que le permita tomar la decisión de denunciar a su agresor; sin embargo, esta situación es muy difícil, pues existen varios factores que afectan el accionar de la víctima”, señaló.

Ramírez Vega reconoció que, si la víctima no inicia una carpeta de investigación, la dependencia municipal que dirige solo se limita a proporcionar atención psicológica, si es que la afectada lo solicita.

“Se debe de saber en qué condiciones se encuentra la mujer, si presenta algún síndrome, como el de Estocolmo, que la lleva a no actuar. Muchos pensarán que le gusta que la agredan, pero la realidad es que se debe revisar el caso para ver de qué forma se debe abordar”, explicó.

La funcionaria agregó que en el hecho del domingo estuvieron involucrados dos menores, quienes fueron testigos de la discusión, por lo que les proporcionarán la atención necesaria.

Jesús González l Tula