Debido al incremento de la temperatura, la presencia de moscos en la presa Endhó aumenta, dijeron pobladores de la comunidad Pedro María Anaya, en Tepetitlán, quienes afirmaron que las autoridades no han fumigado para acabar con los insectos.
Hortensia Melgoza, vecina del lugar, dijo a Criterio que, durante la época de estiaje, la basura queda en la orilla de la presa, lo que provoca olores fétidos y proliferación de zancudos.
“Prendemos leña para que se vayan con el humo, pero hay ocasiones que es insoportable el ambiente de tanto insecto que hay. Eso se suma al olor a caño que prevalece en esta época porque el nivel del agua de la presa es muy bajo”, aseveró la pobladora.
Otro quejoso señaló que los más afectados son los infantes, pues llegan a padecer calentura a causa de las picaduras de los insectos.
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“A mi hijo le han picado en los brazos; lo que hacemos es cerrar las puertas para que no se metan, pero en un descuido entran y pican a los niños. Por eso consideramos que urge la fumigación”, comentó Demetrio Morales.
De acuerdo con los inconformes, el gobierno de Tula, en coordinación con el de Tepetitlán y la Secretaría de Ecología estatal, debe llevar a cabo la desinsectación.
Por lo anterior, el área de Comunicación Social municipal informó que realizan trabajos de retiro de lirio y, posteriormente, se iniciarán las etapas de encalamiento, fumigación y nebulización.
Durante 2018, en el periodo de sequía, la Dirección de Ecología de la demarcación reportó que retiraron de la presa Endhó siete toneladas de desechos, los cuales llegaron a ese lugar a través del río Tula y por los vecinos que utilizan el cuerpo de agua como basurero; por ello, antes de fumigar, deben realizar labores de limpieza, afirmó el área.
Jesús González l Tepetitlán
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