Familiares de un interno que murió en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de Tula exhortaron al gobierno del estado para que revise las condiciones al interior de la prisión y exigieron que indague el fallecimiento.

La Secretaría de Seguridad Pública de Hidalgo (SSPH) informó ayer sobre el deceso de un reo, a quien un custodio halló sin vida tras el pase de lista de las 7:00 horas. El hombre de 44 años fue localizado colgado con un cordón o agujeta en el cuello, según la dependencia, por lo que realizaron de inmediato el reporte.

De acuerdo con los deudos, la situación que se vive en la penitenciaría rebasa la capacidad de la autoridad.

“Nos dicen que él se ahorcó, pero otros internos nos comentan que los mismos custodios se lo llevaron porque lo encontraron intoxicado, y de pronto aparece muerto. No sabemos qué pasó a ciencia cierta, pero al final nuestro familiar está muerto”.

Señalaron que en el penal –como lo ha documentado la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Hidalgo (CDHEH)– hay ingobernabilidad debido a que un grupo de internos controlan el lugar.

“Para poder acceder a ciertos derechos, como dormir en colchón, debes de pagar; para que no te molesten o te den seguridad igual debes de pagar, todo al amparo del director de la cárcel, que pareciera no hacer nada por los internos”, dijo un familiar de S. A. M.

“Esperemos y se investigue, y no se quede en un caso más archivado donde nadie es culpable y lo único que dicen es que se suicidó; no investigan y eso provoca que la situación en el Cereso de Tula siga empeorando”, agregó.

Jesús Gonzále I Tula