Integrantes de la asociación Cruz Hada solicitaron a la Procuraduría General de la República y la Secretaría del Trabajo no separar de sus cargos a los funcionarios disidentes de Cruz Azul mientras se investigan los supuestos delitos que les ha imputado el presidente de la cooperativa, Guillermo Álvarez Cuevas.

Lo anterior, durante la conmemoración de la Reestructuración Socioeconómica de la cementera a la que el grupo de activistas acudió con pancartas en las que exigieron respeto a los socios y familias de los mismos, ya que consideran se han violentado los derechos de quienes se han manifestado en contra de Álvarez Cuevas.

Las quejosas señalaron que atraviesan una situación complicada los cooperativistas que no coinciden con el director general.

Luz María Oviedo Moreno, esposa de Wilfrido Arroyo, gerente general de la planta en Tula y lideresa de Cruz Hada, ha señalado que su pareja fue denunciada con delitos inventados.

“Mi esposo tiene 22 años de gerente y no hubo respeto para él, que dio toda su vida a la empresa. Lo demandan por cosas inexistentes que son falsas, por eso la familia ha emprendido una lucha para demostrar que es un hombre íntegro y que no ha faltado a la cooperativa”, dijo.

Las mujeres que integran dicha asociación expresaron la necesidad de rectificar “los caminos” de la cooperativa Cruz Azul.

“A nuestros maridos les han inventado delitos para callarlos. Están tratando de afectar a los altos mandos para que los trabajadores de abajo no digan nada, crearon un clima de terror laboral”, aseguró una de las esposas.

Jesús González l Tula