Ejidatarios del monte Santa Elena promueven un proyecto ecoturístico denominado El tesoro secreto de Tulancingo, luego de que hace 21 años un incendio siniestró 150 de 270 hectáreas de bosque destinadas a la producción.
El espacio natural, de 470 hectáreas en total, cuenta con diversidad de especies animales, más de 20 manantiales, árboles considerados fósiles vivientes, como el tejo centenario que puede vivir hasta cinco mil años, y oyameles de más de 50 metros de altura y seis de diámetro.
Ignacio Morales Ávila, presidente del comisariado del ejido Tulancingo, explicó que el proyecto tiene como fin garantizar la preservación del bosque y privilegiará la conservación del medio ambiente, al igual que el cumplimiento de los lineamientos que marca la Comisión Nacional Forestal (Conafor).
Adelantó que contempla la construcción de cabañas, espacios para la lectura y las artes, así como caminatas guiadas.
“Hay dos climas: uno muy húmedo en la parte más baja y otro seco en la cúspide, a más de 3 mil metros sobre el nivel del mar, donde prevemos instalar un globo anclado y una tirolesa de 700 u 800 metros”, detalló.
El monte Santa Elena también posee lugares históricos como la cueva de Solís. De acuerdo con la leyenda, es un personaje que robaba a ricos para ayudar a pobres. Después de cometer los robos, se refugiaba en el socavón ubicado en este lugar.
María Antonieta Islas
Tulancingo
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