Además de las 20 hectáreas afectadas por la plaga de heno motita en la zona arqueológica de Tula, que ya son atendidas, los árboles de al menos 10 comunidades de este municipio registran tal problema, de acuerdo con Bianca Vázquez, directora de Medio Ambiente del ayuntamiento.

Según la servidora, en localidades como Benito Juárez y el Crestón las autoridades llevan a cabo acciones de mitigación; sin embargo, informó que debido a la temporada de lluvias será en septiembre cuando se intensifiquen las medidas.

Explicó que se requiere quitar la hierba que crece en los ejemplares, pero no es posible desprenderla completamente porque causaría daño a la especie.

“Las labores de limpieza consisten en un retiro manual del heno motita, que se coloca dentro de una bolsa para su posterior incineración. Si es necesario, se hacen cortes en las zonas afectadas de los árboles. Al término, se fumiga con bicarbonato en agua, según la recomendación de la Comisión Nacional Forestal (Conafor)”, explicó.

Otras comunidades afectadas son El Carmen, San Marcos, Nantzha, San Andrés, Iturbe, El Llano, San Francisco Bojay, San Lucas Teacalco, San Miguel Vindhó y Cruz Azul, mencionó.

• El heno se produce con mucha facilidad; basta un poco de humedad y polvo para que sus esporas viajen por el aire para hospedarse en una nueva especie. La cantidad de agua que requiere es mínima, por lo que incluso se encuentra en zonas áridas y en cables de electricidad, de acuerdo con datos de organizaciones civiles.
• Según expertos, el heno motita es diferente del colgante, pues el segundo puede ser comercializado sin problema y el primero daña la vegetación.

Jesús González I Tula