La mañana de ayer, martes, mientras se realizaban labores de restauración en la barda perimetral de la catedral de San José, en Tula, el delegado del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Hidalgo, Juan José Arias Orozco, llegó al lugar para preguntar al responsable del proyecto, Pedro Cardozo Reyes, si tenía los permisos correspondientes para realizar este trabajo.
Durante la visita se dio un conato de riña entre el delegado y el responsable.
“Para realizar estos trabajos debe tener un permiso”, dijo el delegado.
Luego de esto, el delegado del INAH se retiró del lugar, por su parte, Cardozo Reyes dijo a Criterio que la iniciativa del proyecto fue del párroco de la Catedral de San José, Germán Llamas; asegurando que seguirán trabajando, independientemente a la decisión que tome el INAH al respecto, “no podemos permitir que se paralice la obra pública. Yo pregunto a la ciudadanía; ¿continúo trabajando o me agacho ante el terrorismo en el cobro del predial en monumentos históricos que realiza el INAH?”.
Pedro Cardozo dijo que lo realizado por el delegado del INAH no tenía razón de ser, ya que el proyecto que él encabeza respeta los lineamientos oficiales en torno al uso de materiales para restaurar monumentos históricos.
Entrevistado por separado, el delegado precisó que toda intervención que se haga en monumentos históricos debe tener un permiso por la dependencia a su cargo, además de que deben de ser profesionistas los que realicen este tipo de trabajos. “Las intervenciones deben estar autorizadas. Hoy me di cuenta de que no sucedió así en Tula y el que está de responsable del proyecto (Pedro Cardozo) no está preparado para esto. Nosotros siempre exigimos que para monumentos de esta índole intervengan profesionistas con cedula profesional”.
Arias dijo que el material que debió usarse en la restauración de la barda de la catedral tuvo que ser cal, por ser monumento histórico, por lo que los trabajos podrían suspenderse.