Mario Tenorio Pastrana, director del Hospital General de Tulancingo (HGT), sostuvo que quienes piden su destitución por supuesto maltrato y acoso laboral, son un grupo minoritario que al “perder su zona de confort” opta por denostar y calumniar.
Sostuvo que a seis años de estar al frente del nosocomio, los resultados hablan por sí solos; sin embargo, aclaró que no está pegado a la silla”, pero su meta es dejar acreditada la unidad para que pueda acceder a recursos federales.
Respecto de la prepotencia y acoso laboral que le imputa una parte del personal, advirtió que “si ser prepotente es garantizar el orden y la productividad, si ser prepotente es pedir que no lastimen ni trasgredan los derechos del usuario, entonces mantendré la misma postura”.
En relación con la revisión de bolsos y cajuelas de vehículos del personal, por parte de los policías que custodian las entradas y salidas del nosocomio, lo atribuyó a que durante los 15 días posteriores a la puesta en marcha del HGT se perdieron más de 300 mil pesos en equipo, así como artículos diversos.
“Son medidas de seguridad tanto para los pacientes como para la gente que aquí labora”.