Pese a que la política del corporativo Gas 1, es no responder a ningún acto de violencia, de persistir las agresiones por parte de trabajadores de otras empresas del ramo, recurrirán ante las dependencias competentes para que brinden seguridad a su personal.
Antonio Hernández, gerente de la planta Tulancingo, advirtió lo anterior ante el temor de que la competencia cumpla las amenazas de que si el personal de Gas 1 no se retira de la zona, “se atengan a las consecuencias”, como sucedió la mañana del martes en la esquina que forman las calles Nayarit y Aquiles Serdán, donde cerraron el paso a una camioneta distribuidora de gas LP.
Lamentó que impere el “celo territorial” e informó que, en la región, la empresa Gas 1 tiene desplazadas ocho pipas y el martes entraron en circulación tres camionetas, además de proporcionar 30 empleos directos, de los más de cien que ofrecen en la entidad.