Rafael Martínez Hernández, de 21 años, tras andar en completo estado de ebriedad, llegó muy valiente a su humilde vivienda, ubicada en la comunidad Ohuatipa, y se madreó bien gacho a su esposa, de nombre Maura Hernández Bautista, de 26 años.

La fémina agraviada, para evitar más problemas con su cónyuge, decidió momentáneamente pedir el apoyo a sus familiares, llegando al lugar de los hechos su cuñado Pedro Martínez Hernández, de 21 años, quien tuvo que amarrar a su carnal para que se calmara.
Hernández Bautista solicitó el apoyo de una patrulla de la dirección de Seguridad Pública de Xochiatipan, para que fuera trasladado y encerrado en la barandilla municipal, ya que por andar tomando diez pesos de aguardiente (alcohol), le dio por golpear e insultar a
su esposa.
El borracho, quien se dedica a la costura, así como al campo, narró que su enojo es porque sus padres y no le quieren dar un pedazo de terreno desde hace varios años, como le corresponde en su herencia.
La esposa pidió sólo que fuera resguardado en la barandilla y que el asunto lo iba a ventilar únicamente en la oficina del juez conciliador.