Sin billete y con el sueño americano trunco, Josué Millet, de 55 años de edad, deambula por las calles de la cabecera municipal de Ixmiquilpan, tras ser deportado por los gringos luego de laborar varios meses en los “yunaites”.

A más de 3 mil kilómetros de casa, el migrantes originario de Tizimin, Yucatán, anda juntando de peso en peso para llegar con su familia, pues los pinches gabachos lo aventaron en el Valle del Mezquital, región en la que lleva más de 5 días, estacionado.
Sin comida y ni un solo centavo en la bolsa, Josué Millet, llegó a la estación de bomberos de Ixmiquilpan, lleno de humildad a pedir apoyo, pues la soledad, así como la desesperación, lo comenzaban a traicionar.
En esta ocasión, el migrante yucateco no pudo haber llegado a mejor lugar, pues los vulcanos, aparte de rifados, le tendieron la mano como muestra de solidaridad.
Personal del Heroico Cuerpo de Bomberos, en Ixmiquilpan comentaron que la historia del migrante Josué, es una de tantas que viven a diario miles de personas que van en busca del sueño americano, por ello no dudaron en apoyarlo para emprender el camino de regreso a casa.
A la encomienda solidaria se sumó el ayuntamiento de Ixmiquilpan, el cual permitió al migrante sureño realizar una colecta pública para juntar recursos económicos que le permitieran cubrir sus gastos para trasladarse a Yucatán.
Tras conocerse su situación dos personas de Ixmiquilpan, cuya identidad se desconoce, decidieron apoyarlo con los costos de pasaje para que llegue con sus familiares a su lugar de origen.
Por lo que se espera que hoy (jueves), Josué abandone Ixmiquilpan para reunirse con su familia.