El tener una prenda hecha especialmente para uno es un lujo que sólo algunos caballeros pueden disfrutar. Sobre todo si se trata de camisas inglesas realizadas en algodón puro, que seducen por sus texturas y que vienen en tres cortes: súper slim, slim fit y el clásico.
Sus detalles son peculiares, pues no tienen bolsillos, cuentan con ojales verticales y uno de ellos es horizontal. Además, tienen un botón color rosa colocado a lo largo de la aletilla, el cual remite al nombre de la firma: Thomas Pink.
Esta casa nació en 1984 haciendo honor al sastre que confeccionaba cazadoras para los hombres que coronaban sus éxitos con la imagen disecada de un zorro arriba de sus chimeneas. Ícono de fortaleza, virilidad, status social y poder.
“Son camisas para los audaces, amantes del color, estilizados, con capacidad de adquisición y siempre caballeros”, dice Celina Bareda, gerente de la firma.
La línea presenta prendas básicas que, en opinión de esta experta, dicen todo sobre aquel que las porta.
“Son hechas especialmente para quienes juegan con la moda y la adaptan a su propio gusto”, asegura la ejecutiva.
“En lo cotidiano, suelen ser divertidos en sus combinaciones, ya que integran el pañuelo, las mancuernillas, e incluso los calcetines y la corbata. Sin embargo, conocen bien el poder que proyecta una simple camisa blanca”, añade.