Luego de darse cuenta de que su hija de 5 años se encontraba inmovilizada, una mujer en Mississippi, Estados Unidos, traslado a la menor a un nosocomio para descubrir lo que había ocurrido con la salud de su pequeña.
La madre, de nombre Jessica Griffin no comprendía que le ocurría a Kailyn, quien no podía mover las piernas ni hablar.
Cuando Griffin ayudaba a su hija a vestirse y luego a peinarse, descubrió que una garrapata enorme estaba aferrada al cráneo de su hija.
Jessica se la quitó y la colocó en una bolsa de plástico. Terminó de vestir a Kailyn y de inmediato fueron con el médico.
Tras observar al insecto y escuchar el relato de la madre, los médicos le informaron que se trataba de una parálisis inusual provocada por la garrapata.
“¡Después de un montón de análisis de sangre y una tomografía computarizada de la cabeza la han diagnosticado con una parálisis de garrapata! ¡Por favor, por el amor de Dios, revisen a sus hijos por garrapatas! ¡Es más común en niños que en adultos!”, expresó Jessica en su perfil de Facebook al contar la historia.
Los especialistas explicaron a Jessica que cuando dichos insectos succionan la sangre de su víctima, segrega una neurotoxina, lo que genera la parálisis.
Los doctores manifestaron que los síntomas suelen aparecer entre cinco y siete días después de la picadura, por lo que desconocen porque aparecieron tan pronto en la menor.
El malestar comienza por las extremidades inferiores hasta pasar a las superiores, es decir, desde las piernas hasta la cabeza.
Incluso, dificulta la movilidad de los músculos de la cara y la lengua por eso Kaylin tenía dificultad para hablar.
Ya que el insecto se extrae del cuero cabelludo o del lugar donde está escondido, el paciente se recupera satisfactoriamente de forma inmediata casi siempre.
Kailyn mejoró y su madre compartió su historia en redes sociales para que otros padres estén alerta.
Redacción con información de Frontera
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