Cuando habla del país en el que nació, al peletero José Sánchez se le quiebra la voz. Como buen norteño, se sostiene de una pieza, firme en su pantalón de piel negra, su chamarra rockera y un par de lentes oscuros que le ocultan sus ojos claros cuando enrojece y quiere llorar. Como ahora.
“México es mi todo”, afirma este famoso diseñador en la presentación de su nueva colección atemporal.
“Este es el país donde vi la luz entre hermanos, el campo casi desértico y mis padres buenos, los cuales nos enseñaron a trabajar desde las cinco de la mañana”, recuerda el nacido en Mexicali.
“Yo soy un hombre que ama su bandera. Un mexicano que busca el perfeccionismo en lo que hace. Alguien que no escatima para hacerte la mejor prenda. La que te viste en la talla correcta, tiene el precio justo y le hace honor a un material único. Porque así de profundo es el sentimiento que yo tengo por la piel”, dice José Sánchez en su discurso apasionado de lo que hace.
Hacer prendas elegantes y contemporáneas, le ha llevado a traspasar fronteras, ya que sus colecciones visten a estrellas de la sociedad y el espectáculo.
Sus vestidos, abrigos, chamarras y pantalones brillan por su material y manufactura con cierres y broches que dicen literalmente “soy mexicano”.
“La piel es un material que ofrece seguridad y sensualidad, empodera a la mujer. Una prenda de piel jamás será desechable”, comenta el peletero subrayando los inicios de la civilización y el uso de un material sin caducidad, muestra de capacidad artesanal.
José cuenta del placer de dedicarse a perpetuar una actividad que inició con la historia del hombre.
“La piel cobija, no tiene temporadas, viste a ricos y pobres, te da belleza, el lujo cuando la miras y entre más tiempo tiene, la piel se adapta a ti siguiendo tu talla. Sin proponértelo, es glamorosa y tibia. Es como la piel del mexicano, sencillamente noble”, concluye.
Lupita Aguilar I Agencia Reforma
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