José es un niño de cinco años de edad que se encarga de mantener a toda su familia.

Es originario de Chiquihuitlán de Benito de Juárez, Oaxaca, y tiene que trabajar como bolero para hacer frente a su pobreza. Es hijo de madre soltera y es el mayor de tres hermanos.

Trabaja todos los días, de lunes a domingo, en las plazas públicas, boleando zapatos. Su trabajo no es nada fácil pues tiene que competir con adultos que tienen más experiencia que él. Hay personas que ya lo ubican y prefieren que él los atienda, para poder ayudarle. Algunos hombres de buena voluntad le dan unos pesos más.

Gana de $200 a $300 al día. Locatarios de la zona le regalan algo de comida por el cariño que le tienen. Su padre los abandonó y su madre padece de artritis reumatoide, la cual le ha provocado diversas deformaciones en las extremidades. Además, sufrió un derrame cerebral que le inmovilizó la parte izquierda del cuerpo. Por ello, no puede trabajar.

Algunos vecinos le ayudan a cuidar de su madre y sus hermanos menores. Por este motivo, José tuvo que asumir el rol de hombre de la casa y sale todos días a trabajar. Llega a laborar hasta 12 horas al día.