Toda relación estable y duradera tiene sus fórmulas para permanecer en pie y, para la banda Incubus, la clave ha estado en disfrutar lo que hacen, pero, sobre todo, en saber darse espacio.

Con el lanzamiento del álbum 8 a 26 años de empezar a hacer música juntos, el grupo de rock vuelve al ataque tras seis años sin lanzar un nuevo disco.

Más maduros y con ansias de explorar nuevos caminos, compartieron cuál ha sido el secreto para continuar conquistando oídos con riffs de guitarra y, en esta ocasión, con la producción de Skrillex.

“Durante el último disco tuvimos tal vez algunos de nuestros momentos más frágiles, en los que cuestionábamos todo, lo cual creo que es natural y normal. “Pero de ese momento a éste, creo que tuvimos tiempo de apreciar lo que hacemos, valorarnos el uno a otro y salir a hacer nuestros propios proyectos, ya fuera música, arte, o simplemente vivir la vida.

“Eso no fortaleció al volver, por eso creo que este disco está por encima de todo lo que hemos hecho. Es una familia, así que va a haber tiempos buenos y otros no tanto, pero creo que ese es el proceso natural de cualquier relación”, comentó en entrevista el baterista José Pasillas.

El vocalista, Brandon Boyd, señaló además que, aunque la música se la toman en serio, en su convivencia diaria procuran mantener el buen humor.

“A lo largo del tiempo hemos aprendido a darle espacio. Espacio para crecer, o para retraernos cuando hay que hacerlo. Eso es un desafío enorme, en especial cuando amas algo con tanta fuerza: quieres estrecharlo cerca de ti, y eso a veces se siente bien, pero a veces te limita y sofoca.

 “Es mucho como estar en una familia o en una relación. De hecho es una relación… pero con cinco hombres”, expresó Boyd entre risas.

De acuerdo con los músicos, era fundamental que cada pieza del octavo álbum de estudio tuviera una fuerza especial.

El proceso duró un año, que es lo más que se han tardado en trabajar una producción. Pero en este punto de su carrera, esa familia californiana prefiere formar un hogar firme.

“Creo que en las ideas iniciales nos centramos en la calidad. Una vez que eso fue bueno, lo demás simplemente llegó. En lugar de poner madera que sólo luciera bien, pusimos madera buena desde los cimientos hasta el techo. Tomó más tiempo, pero si la deconstruyes y te quedas sólo con las melodías, también son muy buenas”, destacó el baterista de la agrupación.