Provoca odio e indignación en la audiencia por sus maldades, pero también Óscar Jaenada sufrió para meterse en la piel de Luisito Rey, en Luis Miguel, la serie.
En la realidad este papel dio un fuerte impacto a la carrera del barcelonés en toda Latinoamérica. “A mí me interesa mucho ver el lado que la gente no conoce… y eso no es ni un regalo, esto tiene un sufrimiento y un trabajo detrás”, dice Jaenada en entrevista.
Para encarnar a Luis Gallego, papá del ídolo mexicano, el español realizó una investigación para conocer mejor la personalidad del mánager. “Hombre, pues sobre todo sus orígenes, viendo que era un tipo que venía de San Fernando (Cádiz, España), que tenía un acento muy marcado; intentamos resaltar eso”.
“Su cultura era muy distante a la mía. Había que trabajar esa musicalidad que tenía como genio de la música y meterse en la guitarra, preguntar cómo era en dentro y fuera de casa”, dijo.
Lorena Corpus
Agencia Reforma