Con cada elección, candidatos y población han “sofisticado” sus estrategias para hacerse escuchar. Por un lado los candidatos se las arreglan para ofrecer hasta la camisa con tal de llamar la atención del electorado, y por el otro, la población también se da sus mañas para, en época de elecciones, hacerse de una lanita, material de construcción, camisetas y hasta promesas de ayuda cuando los iluminados lleguen al poder.

Y con los candidatos que se reciclan y cambian de partido como de calcetines y una población que por necesidad o por conveniencia sufre de amnesia colectiva, pues ahí vamos de nuevo a esta la famosísima gran elección, la madre de todas las elecciones y que por lo mismo requiere de echar mano de la creatividad para ganarse a los votantes.

Entonces qué les parece si les hacemos algunas recomendaciones para que se cubran de gloria y hasta en una de esas ganen en su distrito.

Ahí tenemos por ejemplo la historia de Maricarmen, es madre adolescente y soltera, tiene dos hijos, la más pequeña de dos años. En las guarderías de Ixmiquilpan le han negado la inscripción porque dicen que no hay cupo para recibirle a su hija, por lo que con una niña tan pequeña nadie le da trabajo; vive con su abuela, ya que sus padres tampoco le han brindado apoyo y le han dicho que es su culpa por ser una ofrecida y no haberse cuidado para no tener hijos.

Maricarmen ha solicitado ingresar a los programas gubernamentales para madres solteras o jefas de familia, pero le dicen que están saturados y que será hasta después de las elecciones que pudiera inscribirse y esperar a que le asignen esta ayuda económica para su sustento y el de sus hijos.

Casos como el de Maricarmen se repiten cada vez más: mujeres adolescentes que se embarazan y se quedan solas al cuidado de su hijo; mujeres muchas veces maltratadas, abusadas sexualmente o abandonadas por sus parejas y sus familias, y que poco pueden hacer sin apoyo, sin estudios terminados y sin la posibilidad de trabajar.

Informes oficiales revelan que existen alrededor de 16 embarazos y nacimientos mensuales en niñas entre los 10 y los 14 años de edad, lo que les impide terminar su educación básica.

Este tipo de casos, detectados en Hidalgo y con más incidencias en las regiones indígenas y rurales, ha evidenciado la falta de eficacia en la difusión de campañas de prevención en las escuelas, donde los casos de embarazos van a la alza.

Ahí es donde los brillantes candidatos deberían de voltear la mirada y dejarse de pendejadas y costosas campañas en las que utilizan estrategias ridículas que sólo los denigran y que en nada abonan al mejoramiento de la población que pretenden representar.

De nada sirve que abracen a los chiquillos en los mítines, si una vez terminado el acto, se van de ahí, dejando la pobreza, esa miseria que por años candidatos de todos los partidos han prometido erradicar y nada más se hacen como el tío Lolo.

Y mientras los candidatos gastan un millón de pesos semanales en sus campañas, Maricarmen, sus hijos y su abuela sobreviven como pueden, con un apoyo de 65 y más, vendiendo ropa y cosas usadas, haciendo quehaceres en casas y recibiendo comida de familiares, mientras esperan que pasen las elecciones y puedan obtener su beneficio como madre soltera, y esperando también que con los resultados de las elecciones haya más oportunidades para ellos.

PALABRAS MÁS, PALABRAS MENOS
Lo que más importa ahora es que los que sí andan bien espléndidos son los candidatos de Hidalgo a algún puesto de elección en estas campañas y ofrecen hasta lo que no tienen con tal de que se olviden rencores pasados, promesas incumplidas, despidos injustificados y sean favorecidos con sus votos.

Bertha Alfaro