En una sola noche y con menos de media hora de diferencia, un grupo —o dos— de malechores consumaron dos asaltos en Pachuca. El primero se suscitó en plena plaza comercial, en Galerías. No recuerdo si ésta es la cuarta o quinta ocasión en que las joyerías de dicha plaza son víctimas de malandros. El segundo robo se presentó en una cadena de farmacias. Ayer, igual, un grupo de vándalos le dio una golpiza a un “checador” en pleno centro de Pachuca.
Algo pasa y no es bueno. Las autoridades están rebasadas y no parecen tener planes de contingencia. Cinco sujetos entraron a una joyería a media plaza, asaltaron y caminaron de regreso a la salida, un trayecto mayor a diez minutos. Luego, sin que nadie hiciera nada, simplemente escaparon.