Parodiando pasajes de la novela Nuestra Señora de París, de Víctor Hugo, un sector comercial de la ciudad de Pachuca tiene semejanza con “La Corte de los milagros” de la inframunda barriada de la capital de Francia: vagos y malvivientes se han adueñado de las calles, imponen cuotas por sus servicios y tienen uno o varios jefes con quienes reparten las “ganancias” del día.
Si bien Quasimodo figura como el guardián bueno de Notre Dame, en Pachuca, la Muy Noble y leal Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción, la antítesis de ese jorobado es suplantado con creces delincuenciales por un cabecilla, sedicente amo y señor de los mercados conocido en los bajos fondos sociales por un mote canino.
Los alguaciles de la Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción y Real de Minas de Pachuca saben bien y conocen mucho más que bien a los vagos del perro; holgazanes disfrazados de mendigos que pululan en las cercanías de los mercados Primero de Mayo, Benito Juárez y en las paradas del transporte colectivo y taxis quienes, so pretexto de auxiliar a los usuarios, no suplican, exigen continuas cuotas mal llamadas propinas.
CORTES DE MILAGROS MULTIPLICADAS
Por si fuera poco, lo que sucede en el corazón de la ciudad capital del estado de Hidalgo, en distintas colonias de la periferia se han incrementado robos en casas habitación; asaltos en la vía pública, cohechos y otras actividades criminales que mantienen en expectativa a los habitantes de la ya olvidada e histórica Muy Noble y Leal Ciudad de Nuestra Señora de la Asunción.
Los antiguos alguaciles actualmente llamados agentes del orden, policías preventivos, policías ministeriales, policías viales, policías bancarios, policías industriales, actúan con la impávida y parcial actitud de dejar hacer, dejar pasar, en sospechosa complicidad.
Sin embargo, como si los pachuqueños nos chupáramos aún el dedo, un boletín de prensa difundido ayer por el alguacil mayor de Pachuca, afirma que “el personal de Seguridad Pública municipal de Pachuca redobla esfuerzos cada día a través de rondines en las diferentes colonias de la ciudad con policía de proximidad, a fin de prevenir actos delictivos en zonas habitacionales, comercios y escuelas.
Dice la actual y moderna autoridad que gracias al programa “Pachuca Seguro” (¿?) se lograron recuperar los vehículos que se tenían reportados como robados. Se realizaron intervenciones rutinarias a vehículos sospechosos y (¿redadas?) (a) personas a pie. Asimismo, se llevó a cabo el operativo “taxi seguro” (¿?) para retribuirle a la ciudadanía un servicio de calidad y confiable”.
500 POLICIAS DE LA CONAGO
Otra noticia que “aliviará” el pesar de los habitantes de nuestra muy antigua Muy Noble y Leal Ciudad, hartos de las cortes de milagros, es que, durante tres días, a partir de hoy jueves actuará en Pachuca el operativo de seguridad “ Fuerza Conago” que desplegará en Hidalgo el combate al robo de automóviles y autopartes, con 500 agentes policiacos provenientes de los estados de Guerrero, Puebla, Ciudad de México, Sinaloa e Hidalgo.
¿Y LA POLICIA METROPOLITANA?
Los hidalguenses recordamos que hace cinco años, el gobernador Francisco Olvera conformó la “policía metropolitana” para proteger los vecindarios de los municipios de Epazoyucan, San Agustín Tlaxiaca, Mineral de la Reforma y otros con una base de operaciones en Pachuca.
Esa policía fue flor de un día como seguramente sucederá con “la fuerza Conago (Conferencia Nacional de Gobernadores)”.
¿Después que vendrá? ¡Nada! ¡Para qué! Vivimos en un “Hidalgo seguro”. En un “Pachuca seguro”.
