La presente columna la dedico a todos los médicos de nuestro país, al celebrarse el Día del Médico. A nivel mundial se festeja el 3 de diciembre, pero en México se recuerda el 23 de octubre debido a que el Dr. Valentín Gómez Farías, inauguró el establecimiento de Ciencias Médicas en la ciudad de México, así que para rendirle homenaje a nuestros médicos, en 1937 en la Convención de Sindicatos Médicos Confederados se instituyo dicho día.

En este sentido y antes que nada quiero solidarizarme con los estudiantes, trabajadores, académicos, investigadores y directivos de la Escuela Superior de Medicina (ESM) del Instituto Politécnico Nacional (IPN), pues debido a los recientes temblores y en especial al doble fatídico terremoto del pasado 19 de septiembre, esta importante escuela pública de medicina que alberga a una población aproximada de 5 mil 500 personas, se vio duramente afectada, al grado que más del 55 por ciento de sus espacios entre aulas, laboratorios y áreas administrativas quedaron inhabitables y en resguardo por la Secretaria de Protección Civil y no será hasta una nueva revisión profunda que se tomarán las decisiones necesarias para decidir su futuro: rehabilitarlas o construir una nueva sede.

A sus 79 años de su creación la Escuela Superior de Medicina del IPN, y ante su inesperada situación derivado por los sismos, la solidaridad no se hizo esperar por parte de la comunidad politécnica ubicada en el Casco de Santo Tomas, abrieron sus espacios para apoyar a sus compañeros de medicina, por lo que la Escuela Superior de Enfermería y Obstetricia (ESEO); Escuela Nacional de Ciencias Biológicas (ENCB); Escuela Superior de Economía (ESE); Escuela Superior de Comercio y Administración (ESCA), Centro de Apoyo de Estudiantes, Decanato abrieron sus puertas, brindaron espacios y aulas para que sus compañeros pudieran restablecer las actividades académicas y administrativas. A la que también se sumaron solidariamente los Hospitales de la Mujer, Rubén Leñero y Centro de Diabetes de la CDMX, con lo cual se logrará que el semestre lectivo pueda concluir a tiempo.

En este sentido el gobierno de la CDMX, brindará las instalaciones de lo que fuera el Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica de la SSA, para que en aproximadamente en 15 días les sean entregadas a la ESM del IPN, para que puedan mantener sus actividades en tanto se reparan las instalaciones dañadas por los sismos y se construya la nueva escuela.

En este sentido, informaron estudiantes de la Escuela Superior de Medicina que el director general de esta casa de estudios, Enrique Fernández Fassnacht, propondrá a los integrantes del Consejo General Consultivo (CGC), máximo órgano de consulta del IPN, un proyecto para diseñar y construir una nueva Escuela Superior de Medicina (ESM), como parte de las acciones urbanísticas para la renovación integral de esta casa de estudios, ello en el marco del Programa de Reconstrucción y Reparación de daños provocados por los sismos que afectaron varias instalaciones del IPN.

No tan sólo esperamos que el Consejo General Consultivo del IPN y su director general deban apoyar a la emblemática Escuela Superior de Medicina, ahora que lo necesita, sino que la misma comunidad política así lo exija. Pero también la Secretaria Educación Pública y el gobierno federal debería mostrar el respaldo que requiera esta importante escuela de medicina, que al menos a titulado a más de 20 mil médicos a lo largo de su historia.