que un día antes del supuesto intento de secuestro de Pascual Charrez Pedraza, el alcalde comió en un conocido restaurante de mariscos en Pachuca con parte de su equipo de colaboradores. Lo que llamó la atención es que el edil estaba escoltado por un policía municipal, por lo que sorprende que el ixmiquilpense haya sufrido tal incidente, cuando en todo momento se encuentra resguardado con elementos de seguridad, quienes, por cierto, deberían estar al cuidado de la población que gobierna.
—
que se sabe que Vicente Charrez Pedraza, hermano del diputado local Cipriano Charrez y del presidente municipal de Ixmiquilpan, fue detenido por la policía en Actopan, cuando conducía un vehículo automotor con reporte de robo, lo cual, según el ayuntamiento, fue una forma de presión de la PGJEH.
—
que los pocos panistas que apoyaban a Margarita Zavala en Hidalgo ya emigraron a la campaña de Ricardo Anaya ante la falta de liderazgo de la nueva coordinadora estatal. Cecilia Carbonell, quien, dicen, llegó con actitud prepotente a organizar la recolección de firmas de la candidata independiente y a exigir en tono de ya las credenciales de elector.
—
que la que ya se siente menospreciada es la dirigente estatal de Antorcha Campesina, Guadalupe Orona, quien afirma que en el PRI no valoran a los antorchistas, por lo que ahora exige se le den cinco candidaturas para ella y sus allegados. Como si la demanda no fuera desorbitada, la líder antorchista quiere que Pachuca se la dejen para darse un entre con los panistas. Total, que pedir no empobrece. En una de ésas se le concede.
—
que quien no pudo ocultar su alegría con la renuncia de Rubén Muñoz Saucedo, como secretario general del ayuntamiento de Pachuca, fue Juan Escamilla Barrera, contralor municipal, quien le tenía muy mala voluntad al ahora exfuncionario, al grado de que en muchas situaciones le puso trabas, e incluso mandó a sus subalternos a tomar fotografías de la oficina de Muñoz Saucedo para exhibir aspectos de su trabajo opacos o inoperantes.