Educación y más educación. Siempre escuchamos que la educación es lo más importante, discursos van y vienen, acciones, presupuestos… todo en torno a la educación. Y sí, estimado lector; la educación es, ha sido y seguirá siendo para nuestro país el más grande reto que existe. Hay que considerarla como la columna vertebral de nuestra sociedad, del mundo en que vivimos. No podemos concebir la solución de muchos problemas como la inseguridad, la marginación, la salud, la violencia, en fin, todo gira en torno a este tema.
Hace algunos años platicando con un alto funcionario turístico del Gobierno de Costa Rica, intercambiábamos puntos de vista y experiencias en materia de turismo, y si bien ellos nos veían a nosotros como pioneros en materia de centros turísticos integralmente planeados, nosotros los veíamos a ellos como los expertos en materia de ecoturismo y turismo comunitario. Después de varias reuniones y de ver esquemas como las banderas para certificar sus playas, así como apoyos que da el gobierno para incentivar el cuidado del medio ambiente y la reforestación, le consulté al funcionario cuál era el índice de alfabetización en su país y él contestó: ¡ya casi el 100%!
Y si analizamos los datos de la UNESCO, podemos ver que en efecto Costa Rica en 2011 ya contaba con un 97.41% de alfabetización, mientras que en México estábamos en un 93.5%. Con la gran diferencia de que en nuestro país somos muchos más millones de habitantes. La buena noticia es que esta brecha ha ido disminuyéndose. Para el 2015, con datos igual de la UNESCO, nuestro país ya había alcanzado un 94.47 % y lo interesante es que en el segmento de jóvenes de 15 a 24 años ya hay un 98.94% de alfabetización.
Hago mención a estas cifras ya que está demostrado, al menos con la experiencia de Costa Rica, que entre más alfabetizado está un país es más fácil implementar una política pública, funcionan mucho mejor los programas, ya que la población sabe leer y escribir. En el momento en que el gobierno anuncia algo, la población entiende perfectamente lo que se quiere lograr y si se trata de apoyos sabe perfectamente cómo acceder a ellos. Tristemente vemos en nuestro país que no todos tienen alcance a leer y a entender las reglas de operación de un programa, ya sea social o del campo, y de ahí que muchas veces los apoyos no lleguen a todos los que deben de llegar, a los que realmente los necesitan.
¿Qué nos falta?
Si bien se está trabajando en el rezago de alfabetización, hace falta que todos los jóvenes y niños acudan a las escuelas y cuenten con una educación de calidad, de ahí la importancia de la Reforma Educativa, muchos la critican y la cuestionan, y más allá de eso, lo importante es que se dieron los primeros pasos para mejorar todo el sistema educativo.
El hecho de evaluar a los maestros, de concursar las plazas, de ir acotando ciertos intereses de los sindicatos, privilegiar la profesionalización de los maestros, cambiar los programas y planes educativos… es sin lugar a dudas un gran paso para las siguientes generaciones de estudiantes.
Haber creado el FONE (Fondo de Aportaciones para la Nómina Educativa y el Gasto Operativo) ha sido un gran acierto y a pesar de que han existido algunas diferencias entre las entidades con la federación, sobre todo en la conciliación de lo que es nómina estatal y lo que en su momento era la nómina federal, al día de hoy vemos cómo se ajustan las nóminas y realmente se paga a los maestros que están haciendo su labor. (Algo parecido debería de crearse para la nómina de salud).
Mañana esta generación va a salir mucho mejor preparada y podrá cuestionar, opinar, fortalecer, debatir cualquier iniciativa y política pública.
Habrá realmente una gran democracia en todos los sentidos, ya que, si mejora la educación, contarán con mejores herramientas para tomar decisiones y podremos como país mejorar en muchos temas tanto políticos como sociales y económicos.
¿Que si es o no la reforma adecuada? El tiempo nos lo dirá, además de que es perfectible. Veo con mucho agrado el que iniciativas provenientes de ciudadanos agrupados en diversas asociaciones están haciendo sus aportaciones, criticando, pero sobre todo proponiendo.
Para Hidalgo existe un gran reto, ya que tendrá que seguir destinando un mayor presupuesto para hacer frente a un crecimiento en el número de estudiantes en todos los niveles. Según prospectivas de la Secretaría de Educación Pública Federal pasaremos, de este ciclo 2016- 2017, de 863mil alumnos a 929 mil alumnos para el 2026.
En diez años esto representará un crecimiento en la matrícula de 7.6%, lo que significará más maestros e infraestructura educativa. En diez años veremos los resultados de los niños que hace dos años ingresaron a la primaria y estarán iniciando su educación superior. Veremos cómo tomarán decisiones cuando cumplan los 18 años, seguramente conviviremos con ciudadanos mejor preparados, más informados y con una mayor participación en nuestra sociedad.