Muy cerca de Pachuca se encuentra un Pueblo Mágico que tiene muchas opciones para encantar los sentidos de sus visitantes
Hidalgo tiene destinos increíbles que incluyen naturaleza, historia, cultura, gastronomía y mucho más. Uno de estos lugares es Zempoala.
En este municipio destacan puntos como el cerro El Tecajete, que forma parte del Eje Neovolcánico, con una altura cercana a los 300 metros y hoy en día sigue siendo un espacio perfecto para hacer turismo de naturaleza, como ciclismo, senderismo y atletismo en distancias de hasta 10 kilómetros. En sus inmediaciones también se pueden encontrar especies de plantas nativas de la región, como el maguey y el nopal.
Te puede interesar: Campesinos de Tlahuelilpan exigen más agua para sus cultivos
Únete a nuestro Canal de Whatsapp y recibe las noticias en tiempo real https://bit.ly/3S0OztH
A unos metros de esta imponente colina, que se dice fue un volcán, están Los Chopos, ubicados en Santa María Tecajete, un lugar de naturaleza impresionante donde hay árboles enormes, así como cuerpos de agua –algunos de ellos subterráneos– que tienen su origen en los manantiales de la zona y que, según su recorrido, nutren al Acueducto del Padre Tembleque.
Esta obra de ingeniería hidráulica ha trascendido los siglos, pues fue creada en la época colonial; incluso los guías de turistas y lugareños refieren que los elementos con que fue construido tienen que ver con materiales de las culturas originarias, como la baba de nopal.
Este acueducto tiene una longitud de 450 metros de largo y 54 arcos de medio punto, mismos que comienzan a dibujarse en la Hacienda de Tecajete.
Si un atractivo histórico y cultural tiene Zempoala, son sus haciendas. Es difícil decir cuál es más hermosa o impresionante, pues cada una tiene características que la distinguen; pero lo que tienen en común es que se trata de recintos antiguos pulqueros que tuvieron gran auge en México.
Como ya comentamos, aquí está la Hacienda de Tecajete, así como Zontecomate, Casa Grande, Santa Rita, San José Tetecuinta, San Antonio Tochatlaco y San Juan Pueblilla. Entre sus características en común están las capillas, tinacales y amplios salones.
Zontecomate tiene un amplio jardín al centro de toda su construcción, donde se puede disfrutar de una especie de terraza antigua, salones y cocinas con utensilios de época. El nombre de este lugar se debe al cerro de que se llamaba Tzontecomatepetl.
Otro sitio singular es San Antonio Tochatlaco, donde hay espacios especiales, como una sala de boliche, con bolas elaboradas de forma artesanal; además, tiene instrumentos de comunicación muy antiguos.
Un platillo que los lugareños han mantenido a través de los años es el ximbote, también conocido como penca rellena. Se trata de una receta de origen otomí que se prepara en una penca en la que se colocan pollo con nopales o setas con chorizo, y se cuece sobre las brazas o el rescoldo a fuego lento.
Uno de los panes tradicionales de este municipio son las burras, que llevan anís, piloncillo, con relleno de queso y miel. Tienen una consistencia suave y son muy populares.
No podíamos dejar fuera al pulque, que se elabora en los tinacales por los tlachiqueros de la zona, quienes se dedican a sembrar, cuidar y aprovechar el aguamiel, que es el producto base para la elaboración de tan preciada bebida.
Con estas buenas razones, tienes todo para visitar Zempoala y disfrutar al máximo, siempre con la mejor compañía.