Por dicho fraude, Ippei Mizuhara podría ser condenado a 30 años de prisión
El mundo del béisbol se estremece ante el anuncio del Departamento de Justicia de Estados Unidos, que reveló este jueves cargos por fraude bancario contra Ippei Mizuhara, el extraductor del célebre jugador Shohei Ohtani. Las acusaciones señalan que Mizuhara habría sustraído, presumiblemente, 16 millones de dólares pertenecientes a la estrella del diamante para financiar apuestas ilegales.
Según la versión presentada por fiscales federales en California, Mizuhara, quien además de traductor actuaba como una suerte de agente para Ohtani, habría transferido los 16 millones de dólares sin el consentimiento ni conocimiento del jugador japonés. De ser encontrado culpable, Mizuhara, de 39 años de edad, podría pasar 30 años tras las rejas.
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El Departamento de Justicia informó que, durante un interrogatorio con agentes federales la semana pasada, Ohtani “negó haber autorizado las transferencias bancarias a Mizuhara”. Dichas transferencias se realizaron de manera periódica entre noviembre de 2021 y enero de 2024. Se reveló además que Mizuhara había comenzado a participar en apuestas ilegales en septiembre de 2021, incurriendo en cuantiosas pérdidas.
Durante este periodo, Mizuhara habría modificado los datos de contacto en la cuenta bancaria de Ohtani y se habría hecho pasar por el deportista en llamadas al banco para aprobar las transferencias fraudulentas.
La estrella del béisbol, reconocida como un prodigio generacional y una figura destacada en el deporte, firmó recientemente con Los Angeles Dodgers el contrato más lucrativo en la historia del deporte, valuado en 700 millones de dólares por 10 años. Su llegada ha elevado aún más las expectativas del equipo, que ya era considerado uno de los principales contendientes al título.
La Major League Baseball (MLB) inició una investigación tras estallar el escándalo a mediados de marzo. Inicialmente, Mizuhara afirmó que Ohtani estaba al tanto de sus deudas y que había sido el propio jugador quien las había pagado. Sin embargo, Ohtani emitió una declaración ante los medios, sin aceptar preguntas, en la que se proclamaba como víctima de un engaño.
Este suceso ha sacudido los cimientos del deporte y ha puesto en tela de juicio la integridad en las relaciones entre jugadores y sus representantes, subrayando la necesidad de una mayor vigilancia y transparencia en la gestión financiera dentro del mundo del béisbol profesional.