En una noche cargada de expectativas y fervor, la actitud distante de Javier Chicharito Hernández destacó durante la serenata ofrecida por unos 300 seguidores rojiblancos al plantel de las Chivas en su hotel de concentración. Entre risas, jugueteos con Alan Mozo, y apenas dos tímidos saludos a la afición, el ambiente reflejó una desconexión palpable por parte del delantero.

El Chicharito Hernández salió acompañado de algunos compañeros para agradecer el gesto de los aficionados, sin embargo, se mantuvo al margen, apenas levantando la mano en respuesta al clamor de su nombre por parte de los presentes. La espera de más de tres horas por parte de los fanáticos para ver a los futbolistas saliendo por la puerta principal del hotel, solo añadió un matiz de ansiedad al ambiente.

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Una vez que los jugadores hicieron su aparición, un miembro de la barra comenzó a leer un comunicado a través de un altavoz, en el que se exigía a los integrantes del equipo que defendieran con honor la historia y tradición del club, a pesar de los recientes resultados negativos.

“Estamos aquí pese a que los resultados no son los esperados. Hoy no venimos a pedirles, venimos a exigirles que se den cuenta del equipo en el que están parados, de la historia y tradición del equipo que representan”, expresaba el comunicado. “Esta gente estará en la tribuna, cantando y rompiéndose la garganta, y lo único que les pedimos es que se rompan la madre. Hoy les damos las gracias, jugadores y cuerpo técnico, por salir y dar la cara”.

La interacción, aunque breve, culminó con los jugadores aplaudiendo el gesto de la afición, mientras eran custodiados por 250 elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Una vez finalizado el comunicado, los seguidores del Rebaño Sagrado fueron retirados de la zona.