El Colegio Nacional del Notariado Mexicano explica que en la mayoría de los casos en los que se utiliza esta figura, existe una persona que obtiene los beneficios, propiedades, utilidades, intereses o rentas, al que se le denomina fideicomisario.

El organismo detalla que un fideicomiso es una herramienta útil para personas, familias, empresas, grupos sociales y hasta para el Estado, ya que permite destinar ciertos bienes a finalidades muy variadas, que resuelve situaciones que, con los contratos tradicionales, resultan muy complicados.

En un comunicado, el colegio de notarios subraya la importancia de que antes de recurrir a esta figura se debe contemplar que su utilización genera honorarios fiduciarios que se deberán pagar, los cuales no siempre son accesibles para todo el público.

Señala que entre los usos más comunes está el fideicomiso para la administración de recursos, que se puede constituir por una persona física o moral, nacional o extranjera, con el fin de depositar recursos monetarios para su administración.

Este tipo de fideicomiso, por ejemplo, se puede utilizar para garantizar la educación de los hijos o para resguardar y administrar recursos para ellos mientras son menores de edad.

Otro fideicomiso es el de garantía, en el cual el fideicomitente transmite la propiedad de bienes o derechos al fiduciario para garantizar con los mismos el cumplimiento de una obligación, ya sea propia o de un tercero.

El colegio de notarios ejemplifica que si se necesitaran recursos para poner un negocio, se puede crear un fdeicomiso con varios inmuebles para garantizar un crédito.

En tanto, el fideicomiso para zona restringida funciona como única forma a través de la cual la Ley de Inversión Extranjera permite a personas físicas o morales extranjeras adquirir el uso y aprovechamiento de inmuebles en zona restringida.

Esto es, una franja de 100 kilómetros a lo largo de las fronteras y 50 kilómetros de ancho en las costas.

Por su parte, el fideicomiso de participación conjunta puede servir para que varias personas físicas y morales participen de manera conjunta en un negocio, como podría ser un desarrollo inmobiliario, en el que algunos partícipes aporten recursos económicos, y otro u otros, predios o materiales.

Así, la institución fiduciaria es la que hace pagos, inversiones, contrataciones, constituye el condominio y vende las unidades privativas, y reparte las utilidades a los participantes.

El Colegio Nacional del Notariado Mexicano agrega que a partir del año 2003 todos los fideicomisos son traslativos de dominio, aun los que no persiguen esa finalidad principal.

No obstante, en algunos casos la finalidad de este tipo de fideicomiso es precisamente lograr una transmisión de dominio, pasando del fideicomitente para el fiduciario y después de éste al fideicomisario.

Aquí, normalmente se persigue una finalidad especial como la realización de mejoras del inmueble o la garantía de un crédito de adquisición, en ese sentido se combina la finalidad traslativa con alguna de las anteriores.

De esta manera, el organismo menciona que el fideicomiso es una figura tan flexible que se utiliza mucho en el ámbito financiero y en el derecho público como medio de constitución de fondos con una finalidad.

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