El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) ha revelado datos preocupantes sobre la economía mexicana en su informe sobre la inflación correspondiente a la primera quincena del cuarto mes del año. Según este reporte, la inflación ha experimentado un notable repunte, situándose en un 4.63 por ciento a tasa anual.

Durante los primeros quince días de abril, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró una variación del 0.09 por ciento, lo que contribuyó al incremento de la inflación general anual hasta alcanzar dicho porcentaje.

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El análisis detallado revela que el índice de precios subyacente ha aumentado un 0.16 por ciento respecto a la quincena anterior, y un 4.39 por ciento en comparación con el mismo período del año pasado. Por otro lado, el índice de precios no subyacente ha experimentado una caída del 0.12 por ciento en el último lapso quincenal, pero muestra un aumento significativo del 5.38 por ciento a tasa anual.

Dentro del índice subyacente, se observa un crecimiento del 0.24 por ciento en los precios de las mercancías y un aumento más moderado del 0.07 por ciento en los servicios. En cuanto al índice no subyacente, los precios de los productos agropecuarios han subido un 1.68 por ciento, mientras que los energéticos y tarifas autorizadas por el gobierno han retrocedido un 1.66 por ciento.

Es importante resaltar los productos y servicios que han registrado alzas y bajas significativas en sus precios durante este período. Entre los que han experimentado un incremento se encuentran el chile serrano con un alarmante 31.81 por ciento, seguido por el tomate verde con un 22.97 por ciento y otros chiles frescos con un 18.39 por ciento. Por otro lado, productos como la electricidad y el transporte aéreo han experimentado una baja considerable del -12.98 por ciento y -12.75 por ciento respectivamente.

Es fundamental tener en cuenta que la inflación puede tomar diferentes formas y magnitudes. Desde una inflación moderada, que se mantiene en niveles aceptables, hasta una hiperinflación que puede desencadenar una crisis económica debido a la pérdida significativa de valor del dinero.