Un “qué tanto es tantito”, “si se te antoja no te hace daño”, “solo un poquito” son frases que en estas cenas decembrinas pueden llevar a personas con hipertensión o diabetes a tener complicaciones.
En la cena de Navidad o Año Nuevo cada comensal llega a consumir hasta tres veces más las calorías de lo que requiere, de acuerdo con Delfilia Valle, especialista en nutrición y ciencia de los alimentos; pero no solo son estos momentos de excesos sino días después con el recalentado, además de las posadas previas y compromisos sociales alrededor de estas fechas.
Las calorías extra por la comida y bebida pueden llevar a personas sanas al sobrepeso y a quienes son diabéticas o hipertensas incluso a complicaciones mayores.
PLANEAR EL MENÚ
Por ello, señala la nutrióloga Valle, es recomendable que al planear las cenas de estas fechas se piense en las personas que tienen una enfermedad crónico degenerativa o en niños con sobrepeso u obesidad para facilitarles abstenerse de excesos y quienes están sanos sigan así.
“Que esa unidad se vea reflejada en las cenas decembrinas, que te tomo en cuenta a ti que tienes este padecimiento, que yo me uno a ti para que tú también puedas disfrutar de este momento sin que te sientas con ese ‘ay no, me tengo que sacrificar, no puedo comer eso’, esa lucha interna de quiero, pero no puedo”, comenta la especialista.
Valle trabaja desde hace más de 20 años con pacientes con insuficiencia renal y es en las cenas decembrinas y enero cuando suelen presentar mayores desajustes en su salud.
En el caso de niñas y niños, indica la nutrióloga, se minimiza con un “déjalo, es un niño”, pero ya tienen sobrepeso u obesidad y ha visto más casos en su consultorio de menores que llegan con resistencia a la insulina.
Por ello, Valle recomienda planear cenas navideñas con alimentos que sustituyan productos con exceso de sal, azúcar o grasa por alimentos que no tengan o tengan menos para evitar daños a la salud.
América Juárez I Agencia Reforma
Te puede interesar: Origen de los platillos navideños
La cena navideña es especial para la mayoría de las familias creyentes, además de formar parte de la tradición de la época. En esta se disfruta del platillo más popular: el pavo, pero sabemos muy poco del porqué esta ave hace gala en nuestras mesas en navidad.